martes, 1 de septiembre de 2009

Un viaje en el tiempo en Rocha


Desde siempre, los seres humanos tuvieron el fuerte instinto territorial de defender la zona que ellos ocupaban antes de que la ocupe otro. El concepto de que "esto es mío porque estoy aquí" rigió en todas las civilizaciones desde que el principio de los tiempos. Además , apenas un grupo humano se enriquecía luego de afincarse en un territorio, lo importante era construir murallas, terraplenes o vallas para impedir invasiones. Los sistemas defensivos para proteger el territorio de los posibles invasores se fueron perfeccionando con el tiempo y los descubrimientos técnicos. Las defensas más efectivas que se conocen fueron tan útiles que aún siguen de pie, siglos después de haber sido construidas. Todas ellas están hechas de piedra, el elemento más duro que encontraron sus habitantes. Los lugares mejor defendidos siempre se hicieron sobre promontorios altos que permitieran divisar cuando aún estaba lejos, y preferiblemente rodeado de agua o acantilados que también sirvieran como protección.







Astucia al servicio de la protección:
Lo que más impulsó la construcción de ciudades amuralladas fueron las Guerras Cruzadas en el siglo XI , que se empezaron con la idea religiosa de liberar a Tierra Santa de la dominación musulmana, pero que terminaron formando ejércitos que con el falso pretexto religioso, optaban por asaltar cuanta aldea cruzaban en el largo camino hacia y desde Medio Oriente . Por este motivo , las aldeas tuvieron que rodear de murallas de piedra cada vez más fuertes y extensas para poder proteger con ellos a artesanos, gobernantes , burgueses, ejército y clérigos. La impresionante cantidad de murallas levantadas entre los siglos III y XVIII hizo que- además - se diseñaran todo tipo de armas para vulnerar sus muros ya fuera trepándolos, tirándolos abajo , incendiando el pueblo en su interior o destruyendo sus portones con arietes .
Pero todo esto no hizo más que aguzar el ingenio de sus habitantes para inventar , a su vez , perfeccionar el diseño de murallas impenetrables.

En el siglo XIV , la aparición del pólvora hizo que se rediseñara la arquitectura en materia de fuertes y murallas, para que esta contemplaran la mejor manera de usar cañones.
El ingeniero francés Sébastian La Prestre de Vauban ideó una forma de construir los fuertes que revolucionó la arquitectura militar del siglo XVIII. Fue quien inventó el típico muro en zigzag , con trincheras paralelas a las defensas, que lograron la victoria en varias guerras de asedio. Los castillos de Vauban poblaron las costas en los territorios conquistados de Africa y América : nadie tuvo ninguna idea tan brillante como la suya y durante dos siglos, fortalezas y murallas se hicieron al “ estilo Vauban”



El final de las murallas:
Se dejaron de construir murallas cuando la manera de enriquecerse empezó a cambiar del ataque directo al pueblo vecino con la negociación comercial con él . Así, las murallas se empezaron a tirar abajo para permitir que las ciudades pudieran crecer y extenderse en torno al centro urbano original. Muchas ciudades – como Roma, Barcelona o Viena , cuentan actualmente con avenidas en el mismo sitio donde antes estaban sus murallas . Por suerte, en muchas ciudades se olvidaron de derrumbar los muros por encontrar en ellos su identidad, su signo distintivo o un buen punto panorámico para admirar el paisaje desde la altura de sus bastiones.


La muralla más cercana :

FORTALEZA DE SANTA TERESA, Uruguay

Muy cerca de las playas uruguayas , tenemos un ejemplo típico de la fortaleza francesa diseñada por el arquitecto Vauban.

En 1762 el Virrey Don Pedro de Ceballos mandó construir esta fortaleza para contener los ataques continuos de los portugueses que querían extender su territorio hacia el sur. Cruentas batallas tomaron lugar en esta región repleta de palmares ondulados sobre colinas junto al mar. En 1763 se realizó la construcción con cinco baluartes de doble pared de piedra . En 1775 se terminaron de construir las murallas En 1811 los portugueses la invadieron y se apropiaron de ella hasta que quince años después el coronel Oliveira desalojó a los imperialistas brasileros luego de arduos esfuerzos y cruentas batallas . Al fin llegó la paz en 1828, por lo cual la fortaleza dejó de tener valor militar. Funcionó luego como cárcel y hasta como potrero para cría de caballos del ejército. En 1928 una comisión restauradora la dejó a nueva, Ahora el interior es un campo de césped prolijamente cortado, donde cada habitación reproduce su sentido original . Acá podés ver lo importante que era esos tiempos conservar la pólvora bien seca : el polvorín tiene una pared de doble ancho y ventanas dobles para impedir que la humedad marina echara a perder la pólvora.La habitación del capellán luce un cuadro donde el escudo de armas del reino de Portugal está labrado en cuero. Los bastiones y puentes levadizos estilo francés que creó el ingeniero Vauban en el siglo XVII, la convierten en el sitio más europeo del Uruguay.
Muy cerca está la Fuerte de San Miguel, más pequeño, y como no se puede entrar , también es más misteriosa ...Buen lugar para matear entre vaquitas mansas, e imaginar los fantasmas que se esconden dentro de sus muros... Raro, bien raro : en pleno campo uruguayo, un paisaje de cuentos de hadas , o de historias de Cruzados. Por momentos uno siente estar en Escocia o Francia del siglo XIV, porque no hay ciudades a la vista . Las tropillas de ñandúes que se cruzan a toda carrera te recuerdan que no : esto debe ser un castillo alemán en Sudáfrica.
Pero no, claro : si todo es tan raro, esto es debe ser Uruguay...

Más datos interesantes sobre estos fuertes en : http://lujosyplaceres.blogspot.com

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