martes, 1 de septiembre de 2009

Termas de Dayman : Como volver al útero materno ...en un jardín florido


Aunque toda la ribera del Río Uruguay , del lado argentino y uruguayo, y gran parte del noroeste uruguayo está repleta de destinos termales ( Federación , Concordia y Colón en la provincia Entre Rios; Almirón , Dayman, Guichón, Guaviyú y Arapey en Uruguay), la termas de Dayman se llevan las palmas por la calidad de sus servicios y la cantidad de atractivos que se suman al placer de sumergirse en agua calentita bajo un cielo tachonado de estrellas, sin que nos importe que la temperatura ambiente sea de 5 grados.

A cierta altura del año, cuando uno ya está harto de taparse de abrigos y pegarse a las estufas, lo mejor que puede hacerse es disfrutar del calor que nos brinda la tierra. Hay muy pocas sensaciones en la vida comparadas con el placer de sumergirse en una pileta de agua termal. Son fuentes naturales, puras, cargadas de minerales y casi siempre acompañadas de los más hermosos paisajes. Un rato en contacto con estas aguas relaja, descansa y energiza. La sensación es de inmediato bienestar. Además, se siente que el calor del agua nos inunda el cuerpo y nos hace inmunes al frío exterior. Estos baños se encuentran casi siempre en zonas privilegiadas por un hermoso entorno natural. Por todo eso, elegir un destino de baños termales implica regalarse un placer que se torna adictivo. No es casual que las zonas termales siempre estén concurridas por pasajeros que vuelven cada año: si uno tiene la experiencia, quiere repetirla lo antes posible.

El hecho de que las aguas termales alivien los dolores de reumáticos creó el falso concepto de que las termas son destinos para la tercera edad. Esta falacia quedó de lado cuando parejas jóvenes con niños y grupos de estudiantes descubrieron, a su vez, lo que se estaban perdiendo al no conocer lugares hermosos donde se puede estar nadando todo el día al aire libre en pleno incierno, como son las Termas de Dayman.





Un parque florido con piletas para todos los gustos :



Las rutas uruguayas, por suerte, son caminos con tránsito casi inexistente. Y por ellas llegamos a un pueblo prolijo, surcado por las aguas del río Dayman, donde todos los edificios que se ven son comodísimos y hoteles accesibles , todos con aire acondicionado y TV con cable, algunos con su propia piscina termal. Ningún hotel queda a más de 5 cuadras de la entrada a las termas. Calles arboladas, profusión de flores por todas partes y un llamativo silencio reina en este pueblo es un spa en sí mismo.

La sorpresa mayor está en el mismo ingreso a la ciudad: las Termas Municipales, abiertas de 8 de la mañana a 11 de la noche, como para no perder un minuto de placer. Pagando una entrada módica, se ingresa a la zona de la perpetua primavera: 2800 metros cuadrados parquizados, con siete piscinas unidas por senderos bordeados de canteros de flores, con bares que ofrecen minutas y una cabaña que sólo sirve comidas light como suculentas ensaladas y deliciosos licuados de frutas varias.

Una flora autóctona de palmeras pindó y yatay, ceibos, jacarandás, lapachos, cipreses, ceibos y nogales sombrean sectores con mesas destinadas al picnic. Hay guardavidas y jardineros cuidando que todo esté perfecto, churrasqueras , para el asadito in situ o el asado te lo sirven en una parrilla elegante, con mantelitos homenajeando al genio del humor uruguayo que fue Peloduro. En este parque de ensueño lo único que hay que hacer es entrar al agua , salir de ella cuando ya tenemos demasiado calor y recostarse en el suave césped a tomar sol en malla en un día en que en Buenos Aires estaríamos con bufanda, pertrechados detrás de las ventanas empeñadas por el frío. El clima ayuda mucho: tenemos sol garantizado porque es raro que en Dayman llueva en invierno.

Pegado al parque hay un sector más exclusivo, con piletas individuales bajo techo, donde se ofrecen masajes, sauna, ducha escocesa, baños de vapor y terapias analgésicas con asesoramiento médico. La entrada cuesta $7 e incluye uso sin límite de todos los servicios. El lugar expande los pulmones con su intenso aroma a eucalipto.



Como una Disneylandia de agua:



Los chicos siempre quieren volver a Dayman después de conocer el único parque de diversiones acuáticas de agua termal del Cono Sur, habilitado todo el año. Este predio lleno de atracciones donde las actividades acuáticas son protagonistas se llama Acuamanía, y está pegado al complejo termal de Dayman. Por unos $15 por día los mayores y algo menos los menores, tenemos diversión asegurada de 10, 30 a 19 hs, zambulléndonos en agua caliente en invierno y en agua fresca en verano.

Sus visitantes saltan de atracción en atracción y vuelven otra vez a repetir las experiencias. Hay toboganes en espiral de 12 metros de altura llamados Hidrotubos, que lanzan a todos con fuerza a una piscina, luego de unos 70 metros de caída a todo vértigo. Los más valientes prueban el deslizador del Kamikaze, que ofrece una caída desde unos 80 metros de altura por un tobogán ondulado y otro recto, a 70 km por hora. Acualandia es el nombre de un sector de piletas de 350 m2 con toboganes, flotadores, esclusas, puentes y chorros de agua para los más chicos . Acuamansa es otra zona de 280 mtrs2 de piletas con asientos con hidromasajes y cascadas bajo los pinos. En todas partes hay guardavidas que velan por la seguridad de los chicos, aunque la baja profundidad de las piletas infantiles impide que haya riesgos. Se organizan juegos acuáticos y partidos de water voley , water fútbol y waterbasket .

Hay cancha de voley de arena, cancha y césped, sector que invita una playa caribeña con refugios de palma y mucha arena , y bien surtidos snack bars, heladería, música funcional y lockers . Cuando uno se cansa de tanta actividad, puede dejarse llevar por las aguas del Río Lento en relajados gomones inflables que recorren, flotando en agua tibia, todo el perímetro del parque. Como volver a la panza de mamá, pero entre flores . Un sueño, vea. Porque es Uruguay, el país de las rarezas.

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