ciudad de Salto es antigua y tranquila, con una encantadora ribera sobre el río, marcada por la historia porque fue el lugar de paso de Artigas con su ejército. Grandes rocas en el curso del río Uruguay evidencian lo que queda del gran Salto de agua que le dio el nombre a la ciudad.
Si uno quiere seguirle io arriba, se va encontrando con un bosque cada vez mas espeso, casas suntuosas pero abandonadas, rodeadas de ranchitos indigentes y pescadores al paso. El bosque se pone más espeso y el camnno de tierra se convierte en una huella que se mete en el monte hasta que uno, dos , tres arboles te cortan el paso. No hay caso : hay que volver atras. ¿ Sera que se camino lleva al Iví Maray, la Tierra din Mal, el Parsiso en la Tierra de los Guaraníes? No, porque acá los indios que había eran charruás. En fin , salvo a golpes de machete y a pie, no se puede avanzar bordando el Uruguay, ni aunque quieras.
El mismo rio y sus saltos en su lecho de roca se aprovechó para construir la represa argentino – uruguaya de Salto Grande, mastodonte de hormigón de 69 metros de altura y 39 metros sobre el nivel del río. Hasta las 14 hs salen visitas guiadas que muestran todas las estructuras de la represa. Y hay un museo que cuenta la historia de la represa, muy cerquita de la frontera, que vale la pena visitar ; hasta tiene un acuario gigante con todos los peces de la zona. Y muestra del funcionamiento de las turbinas, a escala pequeña , que llevan nombres de las hijas de los militares que firmaron el acuerdo para su construcción ...vaya honor.
En el espejo de agua de 78.000 hectáreas de la represa se practica la pesca, y se hace esquí acuático. Y hay mil y un lugares superlindos para hacer picnic y domir la siesta en un pinar mirando el espejo del lago enorme que es la represa. En la entrada de la ciudad de Salto (a 12 km de las termas) se extiende una improvisada pero permanente feria de artesanías chinas y locales , a muy buen precio: ropa, juguetes, licores, cigarrillos y productos electrónicos traídos a través del contrabando hormiga, como para llenar valijas.
En el centro de esta ciudad festoneada por rejas ornamentales se puede visitar el Museo de Ciencias y el Museo Histórico, donde se encuentran varios objetos personales del escritor Horacio Quiroga, famoso nativo de esta ciudad. De manera algo extraña- cuando no , esto es Uruguay- , el museo se exhibe la bicicleta del escritor junto a sus propias cenizas, en un cofrecito ubicado dentro de una talla en quebracho que representa la gallarda cabeza de ese hombre tan apasionado por la escritura como por la naturaleza.
Otra extravagancia salteña es el Parque Arriague, a la entrada de la ciudad, suerte de campo con originales juegos infantiles, alquiler de caballos, y un zoológico gratuitos donde no faltan cocodrilos y osos pardos, leones marinos y un bichito sudamericano que no se ve en ningun otro zoo del mudno : un puerco espin que patitas de osos de peluche, o un peluche que pincha, llamado coendu, que me enamoró .
¿ Que hacer en Salto? Irse a las termas, al zologico, esperar que llegue la noche, y buscar lugar en la calle principal para tomarse unas cervezas con una buena pizza en la vereda. O un tinto tannat, por qué no ... Y si uno se anima, hay milongas tangueras en edificios impactantes y clubes sociakes de dos siglos que siguen intactos. Metete en cada casa que veas, porque las vasa a mara. Son reliquias universales. Salto Patrimonio de la Humanidad YA!
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